"No fue la manera de desahogarme, reconozco que me equivoqué, pero cuando se meten con tu color (de piel) es feo", así justificó su reprochanle actitud el delantero Orlando Berrío al finalizar el partido ante Rosario Central. El atacante de 25 años fue clave al marcar el agónico gol que le dio el pase a Semifinales a Atlético Nacional, pero en vez de ir a disfrutarlo con su gente, decidió quedarse gritándole el gol en la cara Sebastián Sosa.
El defensor Farid Díaz también se sumó a ese acto condenable, que generó todo un escándalo que finalizó con el propio Berrío y Damián Musto expulsados. "La verdad, sí. Canté el gol como desahogo por un par de situaciones que pasaron antes. Tenía el grito atragantado, no debía hacerlo, pero fue la manera de desahogarme. Sólo me queda levantar la cabeza y reconocer que me equivoqué", señaló el colombiano ante los medios.
"Cuando te dicen algo de tu color, la verdad que nadie se lo aguanta", insistió el hombre que ingresó desde el banco para ser héroe y villano. El partido ya estaba caliente y esta fue la grosera gota que rebalsó el vaso. Lo cierto es que no terminó todo en un escándalo de mayores proporciones de casualidad.
"Ya lo dije, el arquero me dice algo, yo le digo al cuarto juez y me dice que no lo escuchó, me pidió disculpas, pero yo sé lo que digo. No estoy feliz por mi reacción, porque dejé a mi equipo con un aporte menos, pero asumo mi responsabilidad", volvió a detallar aunque dándole más importancia a la expulsión que a su incitación a la violencia.

COLOMBIA.- "No fue la manera de desahogarme, reconozco que me equivoqué, pero cuando se meten con tu color (de piel) es feo". Esas fueron las palabras de Orlando Berrío al finalizar el partido ante Rosario Central. El atacante marcó sobre la hora y le dio el pase a Semifinales a Atlético Nacional de Medellín, pero el problema fue que se lo gritó en la cara a Sebastián Sosa, arquero "Canalla".

El defensor Farid Díaz también fue parte de esa acción que se tomó como sin códigos y que generó un escándalo. "La verdad, sí. Canté el gol como desahogo por un par de situaciones que pasaron antes. Tenía el grito atragantado, no debía hacerlo, pero fue la manera de desahogarme. Sólo me queda levantar la cabeza y reconocer que me equivoqué", señaló el colombiano ante los medios.

"Cuando te dicen algo de tu color, la verdad que nadie se lo aguanta", insistió quien terminó siendo héroe "cafetero". "Ya lo dije, el arquero me dice algo, yo le digo al cuarto juez y me dice que no lo escuchó, me pidió disculpas, pero yo sé lo que digo. No estoy feliz por mi reacción, porque dejé a mi equipo con un aporte menos, pero asumo mi responsabilidad", detalló aunque sin encontrar demasiados adeptos. Sus actos fueron reprochados con razón en todos los medios.